¡¡Feliz Navidad y próspero año nuevo a todo el mundo!!
Para mí están siendo unas Navidades tristonas y difíciles por motivos personales, pero espero que si estáis en situación diferente a la mía podáis disfrutar de cada minuto con las personas que más queréis y que no os dejéis llevar por enfados o tonterías, que la vida son dos días y tenemos que querernos mucho entre nosotros :)
Si hay algo que os puedo decir para empezar el Año Nuevo con buen pie:
Que nos quitemos las máscaras y saquemos nuestro yo. Que aprendamos a ser humildes y aceptar que no somos mejor que nadie. Que valoremos nuestro alrededor en vez de querer más y más. Cerquita tenemos personas preciosas a las que alegrarle el día. Que sepamos tener caridad con los demás, que si sabemos que alguien no está bien, le llevemos a tomar un chocolate caliente :)
Que sonriamos siempre, a todos, por idiotas que sean. Que hagamos paz tratando con respeto incluso a los que no nos caen bien. Que nos acordemos de todas las personas que han pasado por nuestra vida y sepamos felicitarles las Navidades a todos ellos.
Que no nos cansemos de ser amables y sonreír.
Es hora también de tragarse el orgullo y pedir perdón a quien hayamos ofendido queriendo o sin querer.
Que nos acordemos de los necesitados de nuestro barrio, de las personas sin hogar... que demos parte de nuestro dinero a ellos.
Si tenéis un novio, pareja, marido, que le queráis con todos sus terribles defectos y sus maravillosas virtudes y desprendáis alegría y amor el uno por el otro!
Y por supuesto, el mejor ejemplo a seguir lo tenemos en aquel que nació el 25 de Diciembre, Jesús. Digo que es el mejor ejemplo porque si leéis su historia veréis que es una persona humilde que dio su vida entera por amar a los demás. Su nacimiento es importante para todos nosotros porque nos recuerda que debemos cambiar para parecernos más a Él y a su amor perfecto.
Una de mis partes favoritas de la Biblia, es la Anunciación. Lucas 1, 26-38
Cada vez que en misa sale la lectura de la Anunciación, se me llenan los ojos de lágrimas.
María era una joven y humilde mujer, no era nada del otro mundo, precisamente por esa humildad Dios la escogió de entre todas las mujeres para que fuera la madre de Jesús, que es Dios hecho hombre.
Así que el Ángel Gabriel fue a casa de María a anunciarle que tendría un hijo varón, Hijo del Altísimo, cuyo reino no tiene fin.
María, extrañada, le preguntó: ¿Cómo será eso, si no conozco varón?
El ángel le respondió: Ahí tienes a tu pariente Isabel, que pese a su vejez, y a pesar de que hace seis meses la llamaban estéril, ha concebido un hijo. Porque nada hay imposible para Dios.
María le respondió: Aquí está la esclava del Señor. Hágase en mí según su Palabra.
Y el ángel se retiró.
<3
¿Véis? Me puede este relato, ya se me están saltando las lágrimas. Se me pone la piel de gallina con leer la respuesta de María, y al pensar en su confianza ciega en el Señor.
Si queréis ver más frases que adoro de la Biblia, sólo tenéis que pinchar aquí: http://www.cienciadeti.com/2012/05/y-yo-no-me-resisti-no-me-resisti.html
¿Y vosotros? ¿Tenéis un deseo en el corazón que os hace sufrir y os parece imposible de solucionar? Pues ya sabéis a quién se lo tenéis que pedir, pues no hay nada imposible para Él.
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