viernes, 9 de agosto de 2019

Pelo con henna + katam = pelazo

¡Muy buenos días chicas y chicos y bienvenidos a Ciencia de ti!😍


antes y despues henna



Hoy quería enseñaros mi última henna en el pelo. Esta vez he utilizado henna + katam. 

La henna es el barro que se hace con el polvo de las hojas machacadas de la planta Lawsonia Inermis, que tiñe de color rojo. El katam es una planta que, mezclada con la henna, logra crear chocolates. (Si quieres saber más sobre esto, lee mi guía sobre la henna)💗


Por cierto, os dejo vídeo de esto! 


antes y despues henna hair

Antes de nada, deciros que si sois morenas tendréis que aclarar antes un poco vuestro cabello. Si vuestro cabello es virgen (sin teñir), también lograréis que la henna quede más intensa aclarando un poco. Si os teñís con henna sobre cabello virgen, solo os dará unos reflejos. Yo utilizo este spray de camomila sobre cabello húmedo para aclarar el cabello conforme va saliendo y que la henna quede más intensa:




Mi base es castaña y la aclaro un poco a castaño más clarito.


Las chicas que compréis en Amazon EEUU también tenéis la opción de leeros este post y así podréis encontrar fácilmente estos productos en vuestro país.



¡El siguiente paso es aplicar la henna! La henna libera su máximo pigmento a las 8 horas de maceración en ácido y temperatura cálida. Yo lo que hago es prepararla con agua hirviendo y un chorro de vinagre, encender el horno, apagarlo, y meter el cacharro con la henna, dejarlo reposar toda la noche y al día siguiente añadir el katam y aplicar.





Esta es la henna que utilizo: (me decís que siempre estaba agotada así que os dejo una similar orgánica)




Y este es el katam que he comprado. ¿Cuánto katam añadí? Solo 3 cucharadas soperas rasas. ¡rasas! No colmadas. No es tanto.😊 Es solo para darle un toque amarronado:







Si me seguís en Instagram @irenevilaurra y por aquí habréis visto la evolución del color. En este post podéis ver la henna anterior a esta, me puse henna pura y quedó espectacular también.


Después de teñir, debes esperar 48 horas sin lavarte el pelo para que la henna se oxide. ¿Qué significa eso? La henna recién puesta está más roja, más fosfi, y a las 48 horas el color se ha apagado un poco. Me preguntáis mucho si lavando el pelo evitamos que se oxide porque a algunas os gusta fosfi. Pues no chicas, la henna se oxida igualmente porque tarde o temprano recibirá oxígeno que es lo que oxida las cosas...


Lo mejor para que os quede un color más vivo es añadir Cassia:






¡Y nada más! Os dejo por aquí resultados del color y os dejo enlace al vídeo donde os cuento un poquito más. En mi canal de Youtube Ciencia de ti tengo una serie de vídeos sobre la henna y muchas más cosas. La lista de reproducción se llama "henna" y así podéis verlos todos juntos. Por este blog también he dejado enlaces a vídeos.



Por cierto, si utilizáis mis enlaces de Amazon me llevo comisión, ¡así que gracias! Se ve que para que me lleve comisión no debe estar en el carrito mucho rato 😂así que ya sabéis!




¡Gracias por leerme! Te dejo por aquí mis redes sociales.


Irene Vila ✨


Instagram @irenevilaurra
Instagram de dibujos @irenevilaurragaleria 
Canal de Youtube: Ciencia de ti

(si quieres encargar un dibujo  

personalizado, click aquí)


viernes, 2 de agosto de 2019

Una semana con cero redes sociales: mi experiencia




El otro día me agobié y saturé por una serie de cosas, y el resultado fue lo siguiente: me desinstalé la aplicación de WhatsApp, la de Instagram y me eliminé el Facebook. Olé.

Hice esta renuncia sin pensarlo mucho, porque si me ponía a pensar, sabía que encontraría un millón de motivos para no hacerlo, pero sentía una llamada muy fuerte a hacerlo y os quiero contar lo curioso de mi experiencia.

Me propuse como meta estar una semana sin redes sociales. A algunos les parecerá poco y a otros una eternidad. Os parecerá una tontería, pero las redes sociales forman parte de mi trabajo y la propuesta no era tan fácil. No solo eso, me encontraba totalmente adicta a utilizar el WhatsApp casi constantemente, a mirarlo todo el rato para "ver si había algo nuevo".

Mi WhatsApp y mi Instagram echaban humo: siempre había algo a lo que atender, un mensaje que contestar, un estímulo, un ruido.

Sin pensarlo mucho me quité todo ese ruido de encima. Pensaba: "esto me va a costar". ¡Qué equivocada estaba!

Quitarme de encima la mochila de las redes sociales esa semana le dio mucho descanso a mi mente porque ya no estaba todo el día sobreestimulada, ni con "deberes" de contestar mensajes.

A veces, con el WhatsApp, me sentía con la obligación de contarles a mis amigas qué me había pasado durante el día, y si me dejaba algo importante, me sentía mal. ¿Por qué? ¡No hace falta que estén informadas de todo! ¡Me puedo guardar cosas para mí! Las redes nos crean obligaciones invisibles.

Además, en este silencio que tiene la vida, (muy bello por cierto) no me había percatado de lo fuerte que puede hablarte Dios sin tanto ruido. El silencio es paz, la mente tranquila es paz, las redes sociales hacen ruido y rompen este silencio.



Esta semana se ha creado una intimidad preciosa entre Dios y yo, y en gran parte por eso quería recomendaros hacer lo mismo.

Reconozco que ante la idea de quitar las redes me sentí algo indefensa, y teniendo en cuenta que era verano y que no había avisado a nadie de mi huida (exceptuando mi foto de perfil de WhatsApp que decía: "no tengo WhatsApp, para cualquier cosa llámame") pensaba: "¡No me voy a enterar de las quedadas! ¡Si ahora todo se avisa por WhatsApp!"
No fue así.

Le había pedido a Dios que con su Divina Providencia me proveyera quedadas. Me regaló una semana con las quedadas más originales e inesperadas. No fueron con las personas de siempre y de las maneras de siempre. Fueron encuentros casuales con amigos distintos, ¡muy divertido todo! No había vivido antes esto. Ya no me acordaba de lo que se siente tener un padre en el Cielo que te cuida hasta en los más mínimos detalles y te da lo que necesitas en cada momento.

Los que de verdad te quieren se interesan por ti, y si eso significa llamar por teléfono, lo hacen. Y he redescubierto que el teléfono es mucho más divertido que los audios.

El día tiene un toque misterioso: nadie sabe dónde estás ni qué haces a no ser que te llamen o que quedéis. Me gusta guardarme toda esa información para mí y para Dios.

¿Os habéis fijado de que hay gente a la que le da pánico utilizar la llamada telefónica como medio de comunicación? Oye, ¡Que no es para tanto! Nos escondemos en medio de los tiempos de respuesta, los recibido, entregado y leído, entre los en línea y última conexión. Nada mejor que la transparencia del momento presente para disfrutar de la voz instantánea de las personas a las que amas, del diálogo presente y la naturalidad de la comunicación. Bueno, miento, aún es mejor en persona. 😊

La gente se alegra de oírte:" ¡Me has alegrado con tu llamada!¡Muchas gracias por haberme llamado!" Te dicen. Oye, el WhatsApp no tiene tan desarrollado ese súperpoder.

¿Y la cantidad de tiempo que perdía yo antes de dormir revisando las redes sociales y los mensajes? ¡Más de media hora! Sin redes apagaba la luz y listo.

¿Y la cantidad de tiempo que perdemos revisando las fotos nuevas del perfil de los demás? ¿Y sus estados?

¿Y la cantidad de tiempo que perdemos mirando tonterías en Instagram?

Una cosa que es importante e incluso preocupante: lo muy engañados que estamos pensando que conocemos a las personas a través de las fotos que suben o de los vídeos que comparten. 

Emitimos juicios hacia las personas sin querer queriendo, casi constantemente, por el aspecto que tiene su Instagram o por las frases que escriben a pie de foto. Y también nos comparamos. ¡No es real! ¡No sabemos nada de nadie! Las fotos y escritos son una parte ridículamente pequeña de nuestras vidas. Y aún así, juzgamos. Y hacemos daño sin saberlo.

A mitad escribir esto me he puesto a hablar con unas amigas por teléfono. ¡Qué regalo oírlas felices!

Cuando me volví a descargar las aplicaciones después de una semana flipé: WhatsApp me decía: tienes 543 mensajes no leídos de 30 conversaciones 😱 ¿Whaaaat? Locuras. Tardó un siglo en descargarse todo y en restaurarse la copia de seguridad.



Pensaba que amaba WhatsApp, pero ahora he visto que lo odio un poquito. Ahora me dan más pereza los audios, abrir las conversaciones... Con lo bonito que era el teléfono. Yo seguiré usando la clásica llamada.📲

Este pequeño retiro me ha dicho muchas cosas y quería compartirlas. Puede que repita esto cada cierto tiempo, no sé lo que haré, pero no me quedo indiferente después de esto.

¡Gracias por leerme!


Irene Vila ✨

Instagram @irenevilaurra
Instagram de dibujos @irenevilaurragaleria 
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